CHARCO
Brasil: la memoria secuestrada
"Los militares pueden salvarnos, ya que están inmunes a los desvíos éticos propios del ámbito de la política". La simple supervivencia de ese pensamiento, escondido en el uniforme de algun armario enmohecido, ya sería preocupante. Ahora, que tal atrocidad se propague por bocas y carteles, calles y supermercados demanda repensar la forma como superamos el régimen de excepción. Por lo que se ve, esa transición no fue satisfactoria, y sus efectos perversos brotan en los caminos de la impunidad que pretendemos revisitar. Porque, si la memoria permanece secuestrada, recordar es un acto de resistencia.
La vida después de la muerte. Reconstruir un país y un continente vuelto escombros, ceniza, polvo y silencio. Los gobiernos militares impuestos por la fuerza, violentos y antidemocráticos, dejan heridas profundas en el ser colectivo, y no es tarea fácil recorrer los oscuros caminos de una historia de horror, de dolor. Pero en esos callejones del pasado, del recuerdo borroso, en la pequeña historia que forma parte de una grande, ahi es donde se encuentra la propia cura a la enfermedad: la memoria colectiva.